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Qué son los fibromas

¿Qué son los miomas uterinos?

Los miomas son tumores no cancerosos que crecen en el útero. El término médico para los fibromas es «leiomioma» o «mioma». Los miomas pueden crecer individualmente o en racimos, y su tamaño puede variar desde el de un grano de arroz hasta el de un pomelo.

Los miomas uterinos pueden afectar tanto a mujeres en edad fértil como a mujeres de 50 años. Algunos miomas no son sintomáticos, mientras que otros provocan síntomas como hinchazón y dolor abdominal, sangrado menstrual abundante e irregular, micción frecuente y dolor durante las relaciones sexuales.

¿Existen distintos tipos de miomas?

Existen 4 tipos de miomas

Se trata del tipo más común de fibromas, que suelen desarrollarse en la pared uterina y expandirse a partir de ahí. Cuando un tumor fibroide intramural se expande, hace que su útero parezca más grande de lo normal, provocando que su abdomen parezca hinchado. Por este motivo, las mujeres que padecen miomas intramurales suelen confundirse con mujeres embarazadas.
Estos tipos de tumores fibroides también pueden causar «síntomas de volumen», que incluyen sangrado menstrual excesivo, ciclos menstruales prolongados y paso de coágulos de sangre. También son responsables del dolor pélvico causado por la presión adicional ejercida sobre los órganos circundantes a medida que los miomas aumentan de tamaño.

Los fibromas subserosos generalmente se desarrollan en la pared externa del útero. A medida que crecen hacia el exterior, aumentan de tamaño, lo que ejerce una presión adicional sobre los órganos circundantes.
Los síntomas de los tumores fibroides subserosos no suelen incluir hemorragias menstruales anormales o excesivas, ni interfieren con el flujo menstrual típico. Sin embargo, provocan un inmenso dolor y presión pélvicos.

El menos frecuente de los distintos tipos de miomas uterinos es el submucoso. Estos tipos de miomas se desarrollan justo debajo del revestimiento de la cavidad uterina. Los grandes tumores fibroides submucosos pueden aumentar el tamaño de la cavidad uterina y bloquear las trompas de Falopio, lo que a su vez puede provocar complicaciones con la fertilidad.
Los síntomas asociados a los miomas submucosos incluyen hemorragias menstruales abundantes y excesivas y ciclos prolongados. Estos síntomas también provocan la expulsión de coágulos pesados que a menudo manchan la ropa. Las hemorragias no tratadas, prolongadas o excesivas pueden provocar complicaciones adicionales, como anemia y/o fatiga, que podrían desencadenar la necesidad de transfusiones de sangre en el futuro.

Los fibromas uterinos pediculados ocurren cuando un tumor fibroide crece en un tallo, lo que da como resultado fibromas submucosos o subserosos pediculados. Estos miomas pueden crecer dentro del útero y fuera de la pared uterina. Los síntomas asociados a los tumores fibroides pediculados incluyen dolor y presión, ya que los fibromas suelen retorcerse sobre su pedúnculo.
No es infrecuente tener varios miomas repartidos por el útero, por lo que resulta difícil determinar con precisión cuál es el responsable de los síntomas.

¿Existen distintos tipos de miomas?

Existen 4 tipos de miomas

Se trata del tipo más común de fibromas, que suelen desarrollarse en la pared uterina y expandirse a partir de ahí. Cuando un tumor fibroide intramural se expande, hace que su útero parezca más grande de lo normal, provocando que su abdomen parezca hinchado. Por este motivo, las mujeres que padecen miomas intramurales suelen confundirse con mujeres embarazadas.
Estos tipos de tumores fibroides también pueden causar «síntomas de volumen», que incluyen sangrado menstrual excesivo, ciclos menstruales prolongados y paso de coágulos de sangre. También son responsables del dolor pélvico causado por la presión adicional ejercida sobre los órganos circundantes a medida que los miomas aumentan de tamaño.

Los fibromas subserosos generalmente se desarrollan en la pared externa del útero. A medida que crecen hacia el exterior, aumentan de tamaño, lo que ejerce una presión adicional sobre los órganos circundantes.
Los síntomas de los tumores fibroides subserosos no suelen incluir hemorragias menstruales anormales o excesivas, ni interfieren con el flujo menstrual típico. Sin embargo, provocan un inmenso dolor y presión pélvicos.

El menos frecuente de los distintos tipos de miomas uterinos es el submucoso. Estos tipos de miomas se desarrollan justo debajo del revestimiento de la cavidad uterina. Los grandes tumores fibroides submucosos pueden aumentar el tamaño de la cavidad uterina y bloquear las trompas de Falopio, lo que a su vez puede provocar complicaciones con la fertilidad.
Los síntomas asociados a los miomas submucosos incluyen hemorragias menstruales abundantes y excesivas y ciclos prolongados. Estos síntomas también provocan la expulsión de coágulos pesados que a menudo manchan la ropa. Las hemorragias no tratadas, prolongadas o excesivas pueden provocar complicaciones adicionales, como anemia y/o fatiga, que podrían desencadenar la necesidad de transfusiones de sangre en el futuro.

Los fibromas uterinos pediculados ocurren cuando un tumor fibroide crece en un tallo, lo que da como resultado fibromas submucosos o subserosos pediculados. Estos miomas pueden crecer dentro del útero y fuera de la pared uterina. Los síntomas asociados a los tumores fibroides pediculados incluyen dolor y presión, ya que los fibromas suelen retorcerse sobre su pedúnculo.
No es infrecuente tener varios miomas repartidos por el útero, por lo que resulta difícil determinar con precisión cuál es el responsable de los síntomas.

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