A menos que tenga síntomas, probablemente no sabrá que tiene un fibroma uterino. Si su médico de atención primaria sospecha de fibromas, generalmente realizará un examen pélvico para buscar signos obvios. A veces, los fibromas sólo se descubren durante exámenes ginecológicos (vaginales) de rutina o pruebas para detectar otros problemas, porque a menudo no causan ningún síntoma.
¿Cómo se diagnostican los fibromas uterinos?
Los fibromas se encuentran con mayor frecuencia durante un examen físico. Su proveedor de atención médica puede sentir un bulto firme e irregular (a menudo indoloro) durante un examen abdominal o pélvico. Una de las principales pruebas que se realizan para diagnosticar los miomas son las ecografías, indoloras y efectivas. Hay dos exploraciones principales que se utilizan para encontrar la presencia de fibromas:
- Ultrasonido: utilizando ondas sonoras para diagnosticar fibromas y frecuencias (tono), un médico o técnico coloca una sonda de ultrasonido en el abdomen o dentro de la vagina para ayudar a escanear el útero y los ovarios. Es rápido, simple y generalmente preciso.
- Resonancia magnética: esta prueba utiliza imanes y ondas de radio para producir imágenes que le permiten a su proveedor medir el tamaño, la cantidad y la ubicación de los fibromas. Una resonancia magnética puede confirmar eficazmente un diagnóstico y ayudar a determinar qué tratamientos son mejores.
¿Qué causa los fibromas?
Se desconoce la causa del fibroma uterino, aunque los estudios demuestran que puede haber un componente genético. No existe una exposición externa definida que una mujer pueda tener que le provoque el desarrollo de fibromas.
¿Estoy en riesgo de desarrollar fibromas?
Varios factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar fibromas:
- Edad: Los fibromas se vuelven más comunes a medida que las mujeres envejecen, especialmente entre los 30 y 40 años y hasta la menopausia. Después de la menopausia, es mucho menos probable que se formen fibromas y, por lo general, se reducen si están presentes.
- Antecedentes familiares: Tener un familiar con fibromas aumenta su riesgo. Si tu madre tuvo fibromas, tu riesgo de tenerlos puede ser tres veces mayor que el promedio.
- Origen étnico: las mujeres afroamericanas tienen más probabilidades de desarrollar fibromas que otras etnias.
- Obesidad: las mujeres con sobrepeso enfrentan un riesgo mayor, a menudo dos o tres veces mayor que el promedio.
Si tengo fibromas, ¿tengo que tratarlas?
Si no experimenta ningún síntoma adverso debido a su fibroma, como dolor pélvico, sangrado abundante o abdomen hinchado, su médico puede recomendarle que esté atenta y atenta. Se deben tratar los fibromas sintomáticos que causan dolor, malestar o sangrado abundante durante los períodos.
Sin embargo, si se encuentra entre el 10 y el 20 % de mujeres que padecen síntomas graves, debe evaluar sus opciones de tratamiento, incluida la embolización de fibromas uterinos (UFE), una opción de tratamiento segura y no quirúrgica.
Si sospecha que puede tener fibromas según su historial, sus síntomas y los resultados de un examen físico, comuníquese con el Dr. Neel Patel en The Atlanta Fibroid Clinic para programar una consulta. Aprenda cómo puede estar libre de síntomas con UFE.